La risperidona es un medicamento antipsicótico atípico (o de segunda generación) (Healy, 2009), suele venderse bajo el nombre comercial de Risperdal. Se viene utilizando para el tratamiento de la esquizofrenia (incluyendo el trastorno esquizoafectivo adolescente), el trastorno esquizoafectivo esquizofrénico y los estados mixtos/maniacos asociados con el trastorno bipolar o bipolaridad, así como para la irritabilidad en el espectro autista (TEA). Los efectos secundarios adversos son la subida de peso,problemas metabólicos, la discinesia tardía (movimientos involuntarios en la parte baja de la cara) y el síndrome neuroléptico maligno. La risperidona, así como otros antipsicóticos, aumentan el riesgo de muerte en pacientes con demencia y no deben usarse en casos de insuficiencia hepática y renal (AHFS, 2011).
Uso médico de la Risperidona o Risperdal
La risperidona se utiliza para el tratamiento de la esquizofrenia, el trastorno bipolar y los problemas conductuales en el autismo, a pesar de esto, no parece mejorar la sintomatología tipica del autismo como la comunicación, sociabilización e intereses obsesivos en la mayoría de las personas con TEA (AHFS, 2011).
La risperidona (risperdal) fue aprobada por la FDA en los Estados Unidos en 1993 para el tratamiento de la esquizofrenia y en 2007 para la esquizofrenia infantil junto con el tratamiento del trastorno bipolar juvenil (10-17 años) en combinación con el litio. En 2006, fué aprobado por la FDA para el tratamiento de la irritabilidad asociada al autismo (FDA, 2006).
La decisión de la FDA se basó en el estudio de personas autistas con problemas graves y duraderos de episodios violentos, agresión y crisis de autoflagelación. El Risperdal no se recomienda en casos de agresión leve o moderada y en comportamiento explosivo de duración corta (Scahill, 2008).
Al igual que otros fármacos antipsicóticos atípicos, la risperidona también se utilizá para tratar otros desordenes como trastornos de ansiedad, el TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), la depresión aguda resistente a los fármacos, el síndrome de Tourette, los comportamientos violentos en niños y los trastornos alimenticios.
Administración o dosis de la risperidona (risperdal)
Via Oral, 1 o 2 veces al día. Inyección intramuscular cada 2 semanas. Para algunos pacientes, la interrupción de un antipsicótico previamente tomado es aceptable, para otros un cambio gradual es mejor.. Nunca extienda el tiempo del cambio gradual. (Janssen, 2003).
La dosis inicial es de unos 0.25 (mg/d) para chicos con peso menor a 20 kg y 0.5 (mg/d) para chicos con peso mayor a 20 kg, y esta dosis se mantendrá durante 4 días. La dosis de mantenimiento despues de esos 4 dias es de 0.5 (mg/d) para chicos con peso menor de 20 kg y 1.0 (mg/d) para chicos con peso mayor de 20 kg, esto debe mantenerse durante al menos 2 semanas. Si no se logra ningún efecto, los aumentos se efectuarán a intervalos de 0,25 a 0,5 (mg/d) repectivamente con intervalos de al menos 2 semanas.
Principio activo
- Clase: Antipsicótico Atípico
- Clase VA: CN709
- Nombre químico: 3-[2-[4-[4-[4-[6-fluoro-1,2-benzisoxazol-3-il)-1-piperidinil]-etil]-6,7,8,9-tetrahidro-2-metil-4H-pirido[1,2-a]pirimidina-4-ona
- Fórmula molecular: C23H27FN4O2
- Número CAS: 106266-06-2.
- Nombre Comercial: Risperdal
La risperidona es un antipsicótico atípico con una incidencia relativamente baja de efectos secundarios extrapiramidales (cuando se toma en dosis bajas). Su acción más pronunciada es como antagonista de la serotonina y la dopamina, y en menor medida de la adrenalina y la hetamina. Único entre los medicamentos antipsicóticos atípicos, tiene una alta afinidad con el receptor D2 de la dopamina y actúa sobre varios receptores 5-HT de serotonina. En particular, el efecto sobre el receptor 5-HT2C está relacionado con el aumento de peso, y sobre el receptor 5-HT2A con acción antipsicótica y algunos de los efectos secundarios extrapiramidales típicos de otros neurolépticos.
La resperidona alcanza rápidamente su máximo efecto y su concentración máxima en plasma en forma de administración oral. En los niños con TEA (autismo,asperger), el pico se alcanza después de 1-4 horas y la vida media es de 11-16 horas (Scott, 2007).
Risperidona (risperdal) Efectos Secundarios
Comunes
Ansiedad, somnolencia, síntomas extrapiramidales, estreñimiento, náuseas, dispepsia, rinitis, erupción cutánea, distipación, acatisia, visión anormal, aumento de la salivación, fatiga, aumento de peso (AHSF, 2011), enuresis (Singh, 2007).
Precauciones especiales
Consulte (AHSF, 2011) para referencias.
- Posible aumento de la mortalidad en la población geriátrica con demencia
- Síndrome neuroléptico maligno, potencialmente mortal.
- Disquinesia tardía, un síndrome potencialmente irreversible que involucra movimientos discinéticos involuntarios.
- Efectos cerebrovasculares adversos (derrame cerebral y otros), a veces mortales en personas de edad avanzada.
- Hiperglicemia y diabetes. Hiperglicemia severa algunas veces asociada con cetoacidosis, coma o muerte. el uso de la risperidona debe ser cuidadosamente comprobado en personas diabéticas.
- Hipotensión ortostática.
- Crisis epilépticas.
- Perdida de la capacidad de regular la temperatura corporal con hipotermia e hipertermia posibles.
- Problemas cognitivos: somnolencia, juicio, cognición y habilidades motoras.
- Disfunción Sexual
- Efecto endocrino vinculado a la elevación de la concentración de prolactina.
- Suicidio
Estudios de la Risperidona
En dos estudios al azar de 2 meses de duración con 101 y 55 niños y adolescentes con TEA de 5 a 17 años de edad, los resultados, medidos a través de un informe de los padres en la escala ABC (Aberrant Behavior Checklist),han tenido una Mejora sobre la Iritabilidad (reducción de 57% y 65% respectivamente) en comparación con los que recibieron el placebo (reducción del 14% y 35% respectivamente).. También se lograron reducciones significativas en comparación con el placebo para la hiperactividad y los problemas de conducta, se obtuvieron resultados menores para las estereotipas. La respuesta positiva (definida como una reducción de más del 25% en la irritabilidad) fue del 69% en pacientes que se les trato con ridespirona en comparación con el 12% del placebo. En este contexto, los efectos secundarios fueron más significativos en los pacientes con Risperidona que el placebo: aumento del apetito (+72%), fatiga (+59%), somnolencia (+49%), hipersalivación (+27%), mareos (+16%), temblores y taquicardia estuvieron presentes en el 10% de los casos y casi ausentes para el placebo (Parikh, 2008).
Las dosis típicas en los diferentes estudios bajo examen se encuentran entre 1.1 y 1.8 mg/d en niños y adolescentes (Posey, 2008).
Los resultados en las habilidades sociales y adaptativas, las mejoras parecen mínimas, un estudio de 85 niños (5-17 años) (Williams, 2006) durante un período de 6-8 meses muestra una mejoría en la escala de Vineland del 6% en comparación con el valor esperado con solo la terapia conductual (utilizada en conjunto con ella de todos modos). Mientras que un estudio canadiense de 75 niños (edad promedio de 7.5 años) mostró una disminución del 63% en el aislamiento social comparado con el 40% para el placebo (Shea, 2004).
En cuanto al alto funcionamiento, existe un estudio (Rauch, 2005) sobre 13 varones Asperger de entre 6 y 18 años de edad realizado durante 3 meses. El estudio encontró una mejoría en el comportamiento medido a través de la escala SANS, pero el mismo autor concluye que es necesario verificar los efectos con respecto al placebo y a largo plazo.
Un estudio de 2010 (Arnold, 2010) se hizo para medir qué aspectos individuales de los pacientes cambian de respuesta, si se les trata con risperidona. La agresividad en el comportamiento fue el único elemento relevante para una respuesta positiva usando risperdal: sólo con una agresividad muy alta se mostró una mejoría en comparación con el placebo.
El aumento de peso promedio afectó negativamente la respuesta al tratamiento: los pacientes que mostraron un aumento de peso más alto mejoraron menos con la risperidona. También se observaron efectos positivos en presencia de un bajo nivel basal de prolactina (la risperidona lo aumenta), mientras que la presencia de comorbilidades (ansiedad, comportamiento de oposición, trastorno bipolares, estereotipas y TDAH) fueron encontrados como predictores negativos. La relación riesgo-beneficio se considera buena sólo en el caso de síntomas graves. Además, se han observado cambios en los niveles minerales, en particular del zinc, es posible que algunos de los efectos beneficiosos estén relacionados con la variación en el nivel de estas sales minerales en el cuerpo, por lo que el investigador piensa que en futuras investigación lo haría integrandolo con dietas en el caso de carencia de micro-elementos como el zinc u otros.
Con respecto a las capacidades cognitivas, el único estudio específico es el de (Aman, 2008) realizado en 29 niños y 9 niñas con autismo clásico (autismo severo) de 5 a 17 años y un tratamiento basado en risperdal durante 2 meses (0,5 – 3,5 mg/d) que no detectó efectos significativos.
Los estudios con risperidona son todavía limitados y tienen 11 estudios a favor, 1 en contra y sólo 3 estudios (los que se informaron anteriormente) realizados con 2 grupos de muestras a la vez. Sólo hay un estudio con una duración de 6-8 meses y no hay estudios en el tiempo sobre efectos a largo plazo o efectos específicos (en doble muestras) sobre sujetos con alto funcionamiento/Asperger (Matson, 2008), en particular en lo que respecta a aspectos como la cognición, la autoflagelación y el aprendizaje.
Conclusión del uso de la Risperidona o Risperdal en el autismo
Lawrence Scahill (Scahill, 2008) autor de dos estudios que condujeron a la aprobación de la FDA de risperidona para el autismo (RUPP, 2002,2005). La decisión de utilizar terapias médicas o conductuales (cognitivas-conductuales en el caso del Asperger) en el tratamiento de un niño autista es una consideración por la cual muchos padres estan optando.
Existe un consenso muy fuerte en el sentido de que todos los niños del espectro autista necesitan una educación que satisfaga sus necesidades e incluya, cuando sea necesario, el enriquecimiento del ambiente de aprendizaje, las terapias de desarrollo del lenguaje y el habla y las enseñanzas que promueven las habilidades sociales y la autonomía.
En cuanto al uso de medicamentos, hay mucho menos acuerdo. A pesar de la falta de acuerdo, el uso de medicamentos para el autismo ha aumentado dramáticamente en la última década. Este aumento se produjo a expensas de la evidencia inconsistente de que los fármacos de uso común son realmente efectivos. Al mismo tiempo, las terapias psicológicas y educativas tienen una amplia elección y no todas tienen la misma evidencia científica (ISS, 2011).
La aprobación de la FDA en 2006 de la risperidona en el tratamiento de las rabietas, agresividad y autolesiones en niños con autismo.Este medicamento fué probado (Tyrer, 2008), y mostró cómo el uso de risperidona es peor que el placebo para el control de la Agresividad en un grupo de adultos con discapacidad intelectual. A la inversa, la unidad de investigación farmacológica pediátrica (Rupp) de la red de autismo llevó a cabo dos estudios de doble grupo (evaluados durante la decisión de la FDA) (Rupp 2002, 2005) con diferentes resultados en 101 niños autistas.
La diferencia radica en el uso del término «grave y continuo»
En primer lugar, una droga como la risperidona no debe usarse en casos de agresividad leve o media o cuando el chico tiene algún episodio explosivo y, por lo tanto, no es consistente y duradero en el tiempo. En segundo lugar, si la agresividad no es continua no es posible determinar con exactitud científica los efectos y decidir si se debe o no interrumpirla.
Los doctores y los padres deben evitar medicar a un chico con TEA, si no estan seguros de la eficacia de ese medicamento.
Antes de que un niño sea puesto bajo medicación con risperidona, el médico debe determinar la gravedad y el tipo de conductas problemáticas, considerando primero otras vías menos invasivas de intervención como las terapias conductuales o cognitivo-conductuales.
En algunos casos puede ser evidente que los comportamientos agresivos y explosivos están vinculados a cuestiones medioambientales o a problemas de salud que en ambos casos, deben resolverse como un problema en sí mismos y no a través del uso de fármacos psicotrópicos.
Una droga tal como risperidona debe ser reservada para los niños con altos niveles de agresividad, para los cuales la modificación del ambiente circundante y de las terapias no-farmacológicas se ha probado y no han sido eficaces.
Por último, incluso si este es el caso, no se trata de que se persiga o no la terapia no farmacológica, ya que el efecto combinado de ambas es superior al fármaco solo.
Uso de la Risperidona en el TDAH
El uso de Risperdal para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en sí mismo, generalmente no se considera un tratamiento efectivo. La investigación muestra que aproximadamente 1 de cada 3 pacientes que toman resperidona para el TDAH, tienen un descenso del 30 por ciento en la escala de clasificación del TDAH. También se ha demostrado en la investigación científica que la risperidona en combinación con otros medicamentos puede ayudar a aumentar su eficiencia para el tratamiento de otras afecciones que se dan a menudo en combinación con el TDAH (toc,crísis de pánico, ansiedad etc). La Resperidona usada en el TDAH causa diversos efectos secundarios como dolor abdominal, fatiga y mareos.Efectos secundarios particularmente molestos para tratar el TDAH siendo que su eficacia es poca.
Los estudios han demostrado que el uso del risperdal para el TDAH no es un tratamiento efectivo por si solo. La investigaciónes sobre esta droga hace pensar que puede ser en algo útil para los niños con TDAH, pero este efecto es muy limitado. Aproximadamente 1 de cada 3 pacientes que toman risperidona mostraria una mejoría del 30 por ciento en los síntomas del TDAH (muy poco eficaz que solo 1 de 3 tenga algún resultado positivo y que este resultado solo muestre un 30 porciento de mejoria en este paciente). Esto se basa en el nivel de los síntomas del TDAH utilizados para el diagnóstico. De estos hallazgos, la eficacia de la risperidona para el TDAH aún no está claro, por eso mismo esta droga no se recomienda para este cuadro de deficit atencional con o sin hiperactividad
La investigación ha demostrado que el uso de risperidona en combinación con otros tratamientos podria mejorar su efectividad en el tratamiento de la afección . Básicamente, se cree que por si sola la risperidona no es muy efectiva y solo en combinación con otros fármacos esa efectividad aumenta .Generalmente, el Risperdal se prescribe solamente cuando los pacientes ademas de TDAH tienen otras comorbilidades (cuadros asociados), tal como el trastorno bipolar.. De estos resultados, la efectividad de la risperidona para el TDAH no esta clara y es mejor no medicar a un chico solo teniendo TDAH.
La terapia combinada (con otro médicamento ) con risperidona para EL TDAH no está asociada con un aumento en los efectos secundarios. Este es un resultado positivo en la investigación, ya que la capacidad del fármaco para mejorar los efectos de otros fármacos para el TDAH significa que el tratamiento combinado puede ser una opción viable. Los efectos secundarios asociados con la mayoría de las drogas significan que sus combinaciones son peligrosas en muchos casos. Los pacientes que han toman un medicamento normal para el TDAH que luego se les da risperidona son sólo ligeramente más propensos a experimentar un aumento de peso, y no hay otros efectos secundarios y por ende hay menos riesgos.
Los posibles efectos secundarios asociados con el uso solo de risperidona para el TDAH incluyen movimiento extrapiramidal, fatiga, fiebre y náuseas. Otro posible efecto secundario es un aumento particularmente significativo de la hiperactividad. Esto puede, obviamente, hacer que el medicamento empeore el problema para el cual se use esta droga.
La risperidona se clasifica como un antipsicótico atípico.